Comentarios al capítulo 16:
El camino de la curación interior
Del pecado y la confesión
Está claro porque la confesión ha sido poco a poco dejada de uso, el hecho de estar ligada a una cuestión de pecado, culpa y otros parecidos ha ido haciendo que naturalmente las personas nos hayamos alejado de ese sacramento.
Como siempre Leaners puede ayudarnos a entender que a partir de una necesidad humana profunda, como es el caso de la relación más importante del ser humano, a saber, “la que tiene que ver con su origen y fundamento de su existencia, Dios”, se construye todo un edificio de miedo, culpa, castigo, amenaza, sacrificio, etc. Sirve todo el antecedente que desarrolla Leaners para entender(me) y darme cuenta de porque yo y otros, nos hemos alejado de formas que no tan solo no responden a necesidades profundas pero además causan náusea por querer seguir perpetuando cosas tan alejadas de un mensaje liberador y amoroso que enseñó Jesús.
De pronto me parece que vivimos una realidad perversa dentro de la iglesia Católica, el ser humano queriendo liberarse de una “amenaza” de Dios, tratando de hacer las paces con Él, queriendo aplacar su ira y para ello tener que humillarse, confesarse culpable, mostrar arrepentimiento, implorar perdón, ofrecer regalos. ¿Qué es esto?, no encuentro palabras, entiendo que en una época eso era como lo “podían” interpretar pero que se pretenda seguir con eso ¡¡¡BASTA!!!
Si la necesidad humana es la unidad con nuestra esencia, el camino de la iglesia católica con enseñanzas de este tipo no tan solo no ayuda sino que desquicia más.
Por supuesto la visión teonómica que presenta Leaners me parece muy bella, es una visión en la que lo único importante es la renovación interior, así dice: “La dislocación existencial se sana, la miseria fundamental se mitiga. Se sale del vacío y de la tiniebla, del estado de caos en el que uno se movía, y se vuelve a la armonía interior. Esta conversión se realiza en el núcleo de nuestro ser cuando uno se llega a unificar con el resplandor del milagro original que es el fundamento de nuestro ser”. Lo que buscamos es la armonía interior, dejar de estar en la experiencia existencial de miseria, desamparo, insatisfacción. “Nos hiciste para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti” San Agustín
Me parece fundamental que la teonomía aborde el tema con una visión que me parece mas cristiana, así habla de una reconstrucción deseada de una relación amorosa quebrada, del reencuentro con el amado perdido.
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