sábado, 24 de abril de 2010

A PROPÓSITO DE LA CARTA DE HANS KÜNG A LOS OBISPOS

COMENTARIOS DE DE PATY GUTIÉRREZ

Querida Ana Laura:

Fijate que escuché el evento en la mañana en un programa de análisis pero no había leído la carta.

Para mí es muy reconfontante y esperanzador el que haya sacerdotes tan valientes y dispuestos a la transformación con decisión y coraje.
Esa es nuestra Iglesia, estos los sacerdotes valiosos que también hay en nuestra Iglesia y que manifiestan el Amro de Jesus. Acciones com esta nos dejan ver que nuestra iglesia sí requiere una reforma profunda y una refundación más no optar por el otro camino, el camino más fácil, el del abandono de nuestro espacio de relación con Jesús, para unirse a otras corrientes o iniciar nuevos caminos religiosos. Hay mucha gente valiosa en nuestra Iglesia que ha dado y da testimonio del Mensaje Central de Jesús, y haciendo comunidad con esta gente tan valiosa voleveremos a encontar el corazón del camino de Jesús.

En lo persona, me gustaría expresar mi apoyo pero no se cómo ni cuales serían las vías. Yo no sé si vaya a poder ir manaña a la sesión pues tengo muchísimo trabajo que tengo que dejar realizado pues estoy por salir fuera de México a un viaje un poco largo. Pero me encantaría estar con ustedes y escuchar a cada una sus comentarios y tal vez si todas lo desean o varias podamos juntas expresar el apoyo de nuestra pequeña comunidad, o al menos de las que estemos de acuerdo.

¿Cómo podemos apoyar? ¿Cómo podemos expresar y enviar nuestro apoyo?.

¿Cual en general ha sido la reacción en Europa y en México, tienes una idea?

Un abrazo.
Patricia.

COMENTARIO DE MADE VIGNAU

Estoy convencida que las protestas y críticas en contra de la actuación de malos sacerdotes y de la jerarquía involucrada en encubrimientos malignos están no sólo justificadas, sino son necesarias e indispensables para la supervivencia de la Iglesia como cuerpo de Cristo, pero también es cierto lo que dice el editorialista al final del artículo; creo firmemente que necesitamos conocer todo el bien que hace la Iglesia (a través de individuos y organizaciones católicas) y conocer sus errores y aberraciones, para poder tomar decisiones fundamentadas.Con el principio del artículo tengo mis reticencias y cuestionamientos. Sin embargo, sí creo que hay que equilibrar la balanza y tratar de ver el conjunto, sin callar las críticas por obediencia mal entendida ni atacar sólo visceralmente, porque estamos decepcionados o lastimados. Jesús no nos enseñó eso. Hay que renovar..., buscando en el proceso aprender, rectificar y purificar. Ser mejores cada día, individual y colectivamente. Ver sólo un lado - bueno o malo -, no deja de ser una visión incompleta. Crezcamos juntos en la fe - que está puesta y centrada en Cristo.Que tengan una semana muy bendecida

COMENTARIOS DE BEATRIZ ALANÍS DE SÁMANO

Me impacta todo lo que está pasando en la Iglesia. A pesar de haber escuchado algunas noticias sobre cuestiones de iglesia, yo no estaba enterada de la magnitud de todo esto hasta que leí la carta de Hans Kung y los comentarios que se anexan. Nunca había escuchado que un miembro de la Iglesia hiciera un llamado público en los medios de comunicación a todos los obispos a ser Valientes y enfrentarse al Vaticano. Me siento mal por esa ignorancia, pero a la vez, en el medio en el que yo me muevo parecería que los católicos (o los que nos decimos católicos por tradición familiar) estamos al margen de todo esto. Nadie habla del asunto y cuando lo he comentado me miran como si se tratara de otra iglesia, o como diciendo: “ya tenemos suficientes problemas con la crisis de empleo, la económica, el cambio climático, los fenómenos naturales como las inundaciones, terremotos y tsunamis, tanto los pasados como los posibles, la corrupción dentro del gobierno, la violencia intrafamiliar, los indocumentados, el tráfico de personas y niños, los secuestros, la guerra contra el narcotráfico que ha dejado miles de muertos en todo México, y el posible Estado Fallido en el que estamos a punto de caer como nación, como para preocuparnos de eso”. Creo que muchos católicos no se van a percatar de nada hasta que pase algo que les afecte directamente, como por ejemplo que se cierre la iglesia a la que asisten aproximadamente cada mes porque el Vaticano lo ordenó, o que la escuela católica a la que van sus hijos les exija, para poder seguir inscritos, una carta que exprese su fidelidad o rechazo al papa; o algo semejante.

Hace dos semanas vi la película de Lutero (Luther) y me llama la atención el gran parecido que hay con los síntomas que la Iglesia presenta actualmente: poco contacto con la realidad del pueblo, necesidad de controlar y mantener el poder, criterio cerrado, etc.

Todo lo que está pasando actualmente parece parte de la crisis de esta época que nos está preparando para una nueva era. Tal parece que los cambios que se requieren para sobrevivir en un futuro son tan radicales que la misma historia está teniendo una involución para que se genere una super y renovada evolución, ya que como dicen algunos comentarios, no se trata de hacer reformas, sino cambios radicales. Lo que se ve venir es un gran cisma parecido al de Lutero, sólo que deseo que esta ruptura no genere tanta violencia y muerte, y que los seguidores por convicción o por condiciones de vida de ambas corrientes puedan encontrar, a pesar de esta situación, el amor y la guía de Jesús en sus corazones. Por lo pronto, los que tenemos más acceso a la información, podemos irnos preparando y apoyando este gran cambio desde una mayor libertad y responsabilidad. Deseo unirme al comentario de Paty para hacer comunidad y desde ahí poder apoyar de alguna manera los cambios que la Iglesia necesita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario