Bautismo y Confirmación.
Indudablemente que los ritos de estos sacramentos ya no tienen actualidad ni significado, ya que desde el momento que se tiene que dar una preparación para poderlos entender es que no son evidentes, preparación en la mayoría de los casos deficiente y además obligatoria. Esta situación hace más triste la participación de los creyentes ya que es condicionada para posteriores sacramentos. Qué triste que la Iglesia haya tenido que llegar a esas reglas para que la gente se acerque a los sacramentos, en lugar de que sea un gusto la participación se hace un requisito sin sentido.
Ahora bien, la celebración de una nueva vida es espontánea, y se me hace muy válido que de acuerdo a la fe de los padres se de gracias a Dios por tan grande regalo y se busque la bendición para una buena vida para el recién nacido y además se participe el gozo con las personas más cercanas y queridas; eso como dice el autor se puede hacer en cualquier lugar sin que tenga que estar ligado a la religión, pero aquí está involucrada la transmisión de la fe, lo que desean los padres despertar en sus hijos, la profundidad de su origen y de la maravilla de la vida. La iniciación en la vida cristiana ya para los padres de hoy es un mito en cuanto al compromiso de enseñar a la criatura toda la doctrina u oraciones, creo que va más en la línea de un Dios amoroso que se hace cercano en la naturaleza y en los seres humanos y en Jesús como ejemplo de lo que podemos llegar a ser y a amar. Por lo menos esa es mi experiencia familiar
Yo me acuerdo que se decía que el verdadero nacimiento era el día del bautismo por lo que fui a buscar en mi fe de bautismo tal fecha, eso fue un año después de que nací y luego me pregunto, todo ese primer año no fue real? No fui persona auténtica? No fui amada por Dios? Yo lo viví felizmente con mis hijos y ahora con mi nieta, la maravilla desde la concepción y el primer año de desarrollo del ser humano que es galopante, maravilloso y no estaba Dios presente antes del rito? Ya es inverosímil seguir insistiendo en esa idea, lo preocupante es que muchos todavía así lo creen.
En cuanto a la confirmación debiera ser una decisión libre y voluntaria del joven capaz de comprometerse a un estilo de vida propuesto por Jesús y no cumplir los deseos de los padres o de requisito para el matrimonio, cuántos casos de muchachos que se quieren casar y necesitan confirmarse de forma Express para que puedan hacerlo. Es lastimosa esta situación que la Iglesia exige aunque no sea verdadero el compromiso.
Yo estaría más a favor de un bautismo adulto si así lo deseara la persona, apegado más al origen donde se bautizaban los que se convertían a Jesús y deseaban transformar su vida, no de forma mágica, pero sí con la certeza de que la gracia de Dios los acompañaría en ese esfuerzo, y compartirlo con la comunidad elegida con ritos actualizados, ya que son algo que necesitamos los seres humanos. Creo que los “hermanos separados” tienen razón en muchas cosas, como decir que son la comunidad cristiana más cercana a Jesús, porque no necesitan de una institución piramidal para llegar a Dios y ya que practican el bautismo tras la conversión, como las primeras comunidades cristianas y lo hacen no por cumplir o por tradición, sino por un deseo auténtico de transformación.
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